jueves, 13 de diciembre de 2012

Interesante escena de la película "Daens" que refleja lo trabajado sobre el Movimiento Obrero.



Breve Sinopsis: Historia biográfica del sacerdote católico Daens en la ciudad belga de Aalst a finales del siglo XIX. Al llegar descubre la brutal situación en la que vive el proletariado. Trabajo de menores, salarios de subsistencia, largos horarios, continuos accidentes laborales, ausencia total del más mínimo derecho laboral, prostitución infantil, alcoholismo, etc. Todo ello le hace reaccionar y se enfrenta a la burguesía propietaria de las industrias, primero desde el púlpito, luego en las elecciones. Para ello se apoya en la encíclica “Rerum Novarum" del Papa . La jerarquía de la Iglesia, cediendo a las presiones de los burgueses católicos, le dará la espalda. 

Comentario: Insuperable ambientación de esta época. Nos permite conocer los desequilibrios sociales que provocó la industrialización en el siglo XIX. Reflejo realista de la división de clases, por lo que es una película imprescindible para entender el origen del movimiento obrero



  • Testimonios  sobre el trabajo obrero en el siglo XIX.




“Me situé en la calle Oxford de Manchester u observé las riadas de obreros en el momento en que abandonaban las fábricas, a las 12 en punto. Los niños tenían casi todos mal aspecto, eran pequeños, enfermizos; iban descalzos y mal vestidos. Muchos no aparentaban tener más de 7 años. Los hombres, de 16 a 24 años en general, ninguno de ellos de edad avanzada, estaban casi tan pálidos como los niños. Las mujeres eran las que tenían apariencia más respetable, pero entre ellas no vi ninguna que tuviese un aspecto lozano, o bello. Vi, o creí ver, una estirpe degenerada, seres humanos mal desarrollados y debilitados, hombres y mujeres que no llegarían a viejos, niños que jamás serían adultos saludables. Era un triste espectáculo”

Turner Thakrah. Informe del médico 1831


“Betty Harris, 37 años; me casé a los 23 años y solo después bajé a la mina. No sé leer ni escribir… Arrastro las vagonetas de carbón y trabajo desde las 6 de la mañana a la 6 de la tarde. Hay un descanso de una hora para almorzar, y me dan para ello pan y
mantequilla, pero nada de beber. …Tengo puesto un cinturón y una cadena que me pasa entre las piernas y avanzo con las manos y los pies. La galería es muy pendiente y nos debemos tomar de una cuerda; cuando no la hay, nos agarramos a todo lo que podemos. En los pozos donde yo trabajo, hay seis mujeres y media docena de niños y niñas”.

Fuente: Grupo Germania. “Materiales para la clase”


Testimonio de un obrero ingles de 1832:

“Tenía yo 7 años cuando comencé a trabajar en la fábrica. Las horas de trabajo eran de cinco de la mañana a ocho de la noche, con descanso de treinta minutos al mediodía para descansar y comer. En esta fábrica había cincuenta niños de mi edad poco más o menos. Con frecuencia caían enfermos a causa del trabajo pesado. ¡A golpes de látigo era como mantenían a los niños trabajando!”


(En Documents et Civilisations du Moyen Age au 20ème siècle, Clasiques Hachette, París 1975 pag101.)


“La población empleada en las fábricas de algodón se levanta a las cinco en punto por la mañana, trabaja en las hilanderías desde las seis de la mañana hasta las 8 y regresa a casa durante media hora o cuarenta minutos para desayunar. Esta comida consiste generalmente en té o café con un poco de pan. Algunas veces toma copos de avena, pero de tarde en tarde y principalmente los hombres; el té es preferido como estimulante, fundamentalmente por las mujeres. (...) los trabajadores vuelven a las hilanderías y fabrican hasta las 12, teniendo una hora para comer. Entre aquellos que tienen los más bajos salarios la comida consiste en patatas hervidas. La ración de patatas se coloca en un gran plato y se le añade manteca de cerdo derretida, a lo que se le agrega ocasionalmente, trozos de tocino frito; pero muy raramente carne. Aquellos que tienen mejores salarios, o familias en las que se reúnen varios sueldos, añaden una mayor proporción de carne, por lo menos tres veces por semana, pero la cantidad consumida por la población obrera no es grande. La familia se sienta alrededor de la mesa y cada uno rápidamente coge su ración o, por el contrario, todos meten su cuchara en una fuente común, satisfaciendo su apetito con ansia animal. Al término de la hora vuelven a las factorías hasta las siete o más tarde, volviendo a ingerir té, a menudo mezclado con licores, acompañándose de un poco de pan”.

(J: P: Kay-Shutthworth: The moral an physical condición of the working classes employed in de cotton manufacture in Manchestter, Londres, 1832).


La jornada de trabajo no tenía otro límite que el agotamiento completo de las fuerzas: duraban 14, 16, y hasta 18 horas...Las fábricas eran generalmente insalubres...los techos eran bajos...las ventanas estrechas y casi siempre cerradas... (la pelusa) pulverizada flotaba como una nube y se introducía en los pulmones... (la humedad) saturaba la atmósfera y calaba los vestidos...Por la noche, el humo de las velas engendraba una fiebre contagiosa...” 

Paúl Mantoux “La revolución industrial en el siglo XVIII.

Historia segundo año CBU El mundo Moderno, La formación de América Latina. Sara Abadie, María A. Galiana, Aurora Martino, Olga Núñez, Mary Sandrín, Cristina Siniscalco.



“La invención y el uso de la máquina de peinar lana, que tiene por efecto reducir la mano de obra de manera muy inquietante, inspira a los obreros y el temor serio y justificado de llegar a ser ellos y sus familias, una grave carga para el Estado.

Constatan que una sola máquina, atendida por una persona adulta y servida por cinco o seis niños, realiza tanto trabajo como treinta hombres trabajando a mano según el antiguo sistema...

La introducción de la citada máquina tendrá por consecuencias casi inmediata al privar de sus medios de existencia a la masa de obreros. Todos los negocios serán acaparados por algunos empresarios poderosos y ricos...Las máquinas cuyo uso lamentan los peticionarios, se multiplican rápidamente en todo el reino, experimentándose ya cruelmente sus; un gran número de obreros se encuentra sin trabajo y sin pan. Con dolor y en la más profunda angustia ven aproximarse el tiempo de miseria en el que cincuenta mil hombres, con sus familias, privados de todos los recursos, victimas del acaparamiento, lucrativo y para algunos, y de sus medios de existencia se verán reducidos a implorar caridad de las parroquias".

Petición de los obreros a Cámara de los Comunes “Diario de la Cámara de los Comunes”1794. Citado en López - Cordón y Martínez Carreras, Análisis y comentarios de textos II pág. 215


Tiempos Modernos - Charles Chaplin.







Videos que reflejan lo trabajado en clase sobre el sistema de trabajo durante la Revolución Industrial.
Una buena página donde podrán obtener material sobre la Revolución Industrial.